lunes, 22 de enero de 2007

Quiero, quiero y quiero

Soy el eterno desastre. El desastre exigente, que es mil veces peor. Las exigencias para con los demás pueden estar fundadas en cuestiones laborales o parejiles, porque no siempre una se adapta a la primera y yo soy de adaptación tardía. Vamos que muchas veces pienso que la Junta de Andalucía debería darme aquella subvención famosa, sí esa del 0.27 como dice la niña. Creo que soy la persona del mundo mundial con menos capacidad para resetearse. Siento envidia de esas maquinitas que tienen ese pequeño botoncito en el que a duras penas cabe un lápiz y que con sólo presionarlo es un "vuelta a empezar".Erase and rewind como dirían mis adorados The Cardigans o aquella película cuyo nombre no recuerdo (nota mental: chata, empiezas a perder neuronas) en la que el protagonista ha pasado por la mayor hecatombe sentimental y tiene la opción de "limpiar" esa parte de cerebro que le trae recuerdos dañinos, esos que se repiten como el sofrito de la paella. Podría también recurrir a esas gomas de borrar de olor a nata que usábamos de pequeños y que yo no quería sacar del plastiquillo para que no se gastase.

No es más feliz el que más tiene sino el que menos espera de la vida porque menos se decepcionará me repito continuamente. La mayor exigencia la tengo para conmigo. Quiero: leer más, aprender a apreciar la música clásica, saber más de arte, oír más Radio3, saber más de política, cuidarme más y vestir mejor, ser más ingeniosa, más ocurrente........ y me exijo hasta el punto de decepcionarme por mil cosas. Y me digo: chata, que alguien no lo supiera apreciar no significa que seas una lerda monumental. Así que lo siento J. pero no eres mejor que yo ni por lo más mínimo y eso sí me lo grabo en mi cerebro.

El finde sevillano ha sido un gustazo. Los amigos sevillanos de Mj han resultado ser dos primores con los que nos tomamos unos marisquitos y dos buenas botellas de Barbadillo (con la consecuente cogorzilla). El hotel ha sido un gusto y una panzada de reír porque hemos tenido la suerte/ desgracia de tener pared con pared a la parejita que hace que el índice nacional de relaciones sexuales por semana suba como la espuma. Creedme que les faltaron horas del reloj y que eso sí que sí es aprovechar una habitación de hotel. Nosotras no hemos parado de reírnos al respecto y yo me he dado cuenta de que no soy "una torpe", además de faltarnos poco para entrar en competición con las "ardillitas" de la 323. Gracias chata, gracias por todas las risas.


Pd: para aquellos que bien residís en Málaga o vais a pasar de visita os recomiendo la exposición de Julian Opie, aquel que se hiciera famoso por la portada del grandes éxitos de Blur, en el Centro de Arte Contemporáneo.

editado para: poner una h QUE BUENAMENTE ME HABÍA COMIDO....



Escuchando "Todo nos parece una mierda" de Astrud

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