viernes, 19 de enero de 2007

Se acabó lo bueno

Fue bonito mientras duró, al menos eso sí lo puedo decir. Se me acabó el chorro, el chollo, el premio gordo. Mi vecino me ha cortado el grifo. Es más, este post lo estoy escribiendo desde el Word a la espera de que se compadezca de mí y me deje dos segundos de conexión para poder colgarlo. Si a eso le unimos los innumerables dolores de cabeza de estos días ha sido imposible incluso pensar en encender el ordenador, y menos pasarme un rato delante de él.... que ya me paso 8 horas de mi día. Estos días vuelvo a andar cansada, no sólo física sino psicológicamente también. Es lo que tiene darle muchas vueltas a las cosas, el cuerpo empieza a somatizar y a dar un toque de atención. O eso, o creo que veo demasiados capítulos de House. En realidad es lo único que he hecho estos días, ver House a destajo. Y bueno si va a venir la doctora Cameron a tratarme, válgame Dios que me dejo tratar.

Como no he podido conectarme tampoco he podido leer ni comentar así que básicamente o mi vecino hace las paces conmigo o me veo negociando con mi compañero de piso el darnos de alta en algún timo de internet. Me sabe mal, me había acostumbrado a leer a las niñas y a decir cuatro chorradas en el blog. Coincide todo con mi pesadez mental y bajonazo. Vecino, si lees esto (cosa que dudo) apiádate de mí y déjame aunque sea media hora al día para que pueda leer esos correos que espero, para que pueda no encontrar ese trabajo que espero y para que pueda echar menos de menos a aquellos que tengo lejos. E, ya sé que ayer hizo un año que te fuiste, no te preocupes, para ti me sirve algo más potente que internet, me sirve el corazón. Te echo de menos, te recuerdo.

Estos días he recurrido a la “musicoterapia”. Es una chorrada que me inventé hace ya casi dos años. Lo mismo alguien la ha patentado. Para mí consiste en tratar todo tipo de bajones con música. Hay ciertos cds que invitan a sacar la rabia que una lleva dentro, otros a llorar, otros a decir ....”bagh, que voy y me como el mundo”. Hay un cd para cada momento, y aunque bien es verdad que si se está especialmente sensiblona una canción puede hacer que te dejes llevar por la emoción y que llores un río..... para mí.... bienvenida sea. ¿Quién no ha llorado con los puños apretados de rabia mientras cantaba algo e incluso ha terminado esbozando una sonrisa? En mi top musicoterapia están las Variaciones Goldberg de Bach, regalo de mi hermano ante un gran fracaso. Cierro los ojos, me echo en el sofá, se escapan las lágrimas y te das cuenta de que eres toooooodo un caudal de sensaciones. Lo mismo pensáis que son chorradas, pero a mí me sirve. Así me cargué el cd de Keane. Me queda intentarlo con Radio3.

Escuchando With or Without you versión Keane....... sublime.

1 comentario:

Melita dijo...

Yo para los dolores de cabeza ( si es jaqueca o mirigraña ) tomo Hemicraneal que va fenomenal.